"Es probable que hoy en día el objetivo más importante no sea descubrir qué somos sino rehusarnos a lo que somos"Michel Foucault
El psicólogo y filósofo francés expone en estas líneas una idea para pensar mucho sobre lo que la sucede a la sociedad hoy en día. Los cambios acontecidos a lo largo de los años con la globalización y la expansión informática han invadido de alguna manera la privacidad de las almas que posan sobre nuestros cuerpos. El descubrir que somos hoy se convirtió en una epopeya para aquellos que no sabemos si la identidad que mostramos al mundo es verdaderamente la nuestra, si lo que realmente somos está identificado con lo que mostramos al mundo.
Siguiendo la línea de pensamiento de Foucault puedo suponer que la mayoría de nosotros terminamos por no aceptar lo que somos y nos volcamos a una sociedad promedio y a lo que ella espera de nosotros. Pero la dicotomía se produce de todas maneras y ahí el quiebre puede ser mucho mayor. En el momento que transformamos nuestro ser en el aquel que será adecuado a la situación o al entorno estamos, de alguna manera, mintiéndonos a nosotros mismos, ocultando parte de la verdadera identidad de cada uno de nosotros. Esta facultad a veces se vuelve inevitable cuando queremos conseguir objetivos cortoplacistas y sentimiento instantáneos, pero el largo plazo nos jugará una mala pasada. Cuando inventamos una forma, un estilo, estamos engañando la realidad de uno para posicionarnos en el cuerpo y alma de otro ser con hábitos y actitudes distintas. Esa relación es compatible durante un momento (o quizás varios) en los cuáles nos acompañaran para vencer nuestras diferencias pero todo hombre tiene un proyecto, y ese proyecto a futuro se verá afectado con cada uno de estos "disfraces". Como un viejo sillón que se va desgastando con el tiempo, así se verán nuestros sueños y si no nos damos cuenta a tiempo pueden a llegar a la levedad de desaparecer para siempre, y lo peor no será eso, sino que no estaremos lo suficientemente capacitados como para saber lo que realmente hemos desperdiciado.
